Querido/a
catequista:
¿Cómo
estás? Seguro que ya trabajando a tope con tus niños o jóvenes en este nuevo
curso que hemos empezado. ¡Ánimo! Y no te canses de realizar esta bonita misión
de ser catequista. Es necesario sembrar con ilusión; el fruto no depende de
nosotros.
Ya sabes lo
importante que es nuestra formación, nadie estamos formados plenamente y
siempre podemos y debemos formarnos más y mejor. Nos recuerda El Plan Diocesano de Pastoral “Nueva
Evangelización. Nueva Espiritualidad”: “En
consecuencia, la pastoral catequética diocesana debe dar absoluta prioridad a
la formación de los catequistas laicos”. Por eso me dirijo a ti de nuevo
para comunicarte que tendremos nuestra primera Escuela de Catequistas de este
curso, poniendo en práctica una de las propuestas
de dicho Plan: