viernes, 5 de febrero de 2016

5 Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo C Domingo 7 de Febrero de 2016



Hoy el Señor nos llama a todos a conocerlo, a amarlo, a poner toda nuestra confianza en el poder de su gracia, y nos convoca a todos los bautizados, como lo hiciera hace dos mil años a sus primeros discípulos, a ser sus apóstoles, los evangelizadores que Él necesita para que trabajemos en el mundo y su Evangelio llegue a todos los hombres. Con nuestra oración y nuestra profunda reflexión podremos descubrir qué es lo que hoy nos pide.


Lectura del santo Evangelio según San Lucas 5,1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
–Rema mar adentro y echad las redes para pescar.
Simón contestó:
–Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo:
–Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón:
–No temas: desde ahora, serás pescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor

 GRACIAS, SEÑOR

Gracias, Señor, por despertarnos a la fe: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por empujarnos mar adentro: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por regalarnos el don de la resurrección: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por la fuerza de la Eucaristía: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por nuestros sacerdotes: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por la barca de tu Iglesia: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por todos los que reman y trabajan con elle: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por quitarnos los miedos: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por tu Palabra que nos ilumina: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por enviarnos a dar testimonio de Ti: ¡Gracias, Señor!







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