Lectura del Santo Evangelio según san Juan (10,27–30)
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas
escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la
vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi
mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede
arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Palabra del Señor El discípulo acepta hacerse acompañar por el Buen Pastor en cada momento de su vida. Dejarse llevar por Cristo es una opción menos cómoda de lo que parece. Presupone el coraje de confiar la propia vida a Cristo, sin ceder a la angustia cuando no se ve claro ni el camino ni la meta. También significa resistir a los halagos de los falsos pastores que en realidad no son sino ladrones, salteadores cuyo único objetivo (a menudo inconscientemente) es la autoafirmación, la búsqueda de sus propios intereses.
ORACIÓN
Nosotros, Señor, somos tus amigos…….
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, somos tus seguidores…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, escuchamos tu Palabra...
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, vamos detrás de Ti…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, queremos Vida Eterna…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, queremos tu Vida…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, queremos conocerte…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
Nosotros, Señor, queremos seguirte…
TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR
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