Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 24-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
Palabra del Señor«En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
Día de la Iglesia Diocesana
a la Solemnidad de Jesucristo Rey, la Jornada de la Iglesia diocesana.
Se trata de una celebración que tiende a mostrar el camino de trabajo de cada obispo en su diócesis y su dedicación pastoral.
Este año, el lema de esta Jornada es:
“Una Iglesia y miles de historias gracias a ti”.
¡VIVIRÉ CADA DÍA, SEÑOR!
Sabiendo que, un día más, es un día menos
Un día más en el mundo,
pero un día menos para estar cerca de Ti
Un día más para hacer el bien
y un día menos en el intento de haber cambiado
Un día más para emplearme a fondo
o un día menos para buscar lo eterno
¡Viviré cada día, Señor!
Sabiendo que, al final, y como buen final
me aguardas y me esperas Tú.
Amén.
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